A principios de abril, un divertido meme se popularizó en Twitter y Linkedin. Con el formato de una encuesta, preguntaba quién había inspirado la transformación digital en tu empresa y daba tres opciones:

  1. El CEO
  2. El CTO
  3. La COVID-19

Por supuesto, la respuesta marcada era la tercera.

La crisis del COVID-19 ha dado un impulso sin precedentes a la transformación digital y el teletrabajo en la mayoría de los sectores, y la traducción simultánea no ha sido una excepción.

La interpretación simultánea a distancia existe desde hace tiempo, pero ha adquirido una mayor prominencia con la restricción de los desplazamientos y el confinamiento impuestos a raíz de la pandemia. Muchas reuniones que iban a ser presenciales han tenido que realizarse de forma virtual, lo que ha supuesto un boom de las plataformas de videoconferencia (como Zoom, Webex, Jitsi o Google Meet) y otras dedicadas específicamente a la interpretación simultánea remota (Voiceboxer, KUDO, Interprefy, Interactio, entre otras).

Durante el confinamiento, muchos intérpretes que estaban acostumbrados a trabajar presencialmente han tenido que adaptarse para poder ofrecer sus servicios de interpretación simultánea desde casa.

¿Qué quedará de todo esto cuando termine la pandemia y se vuelva a la normalidad (o a una «nueva normalidad»)? ¿Será todo como era antes de la crisis del coronavirus?

Por supuesto que no. El sector de las conferencias ya no volverá a ser el mismo.

Una vez descubierto el ahorro que supone la organización de reuniones telemáticas y la eficacia de las actuales soluciones técnicas, estas serán una opción mucho más frecuente que antes.

No obstante, estamos convencidos de que las reuniones presenciales volverán, y lo harán con fuerza. Las videoconferencias no son un sustituto de las reuniones presenciales. La experiencia compartida, las relaciones personales y el networking que tienen lugar fuera de la sala de conferencias son a menudo tan importantes o más que las propias presentaciones.

Sin duda, estas modalidades se combinarán. Aumentará la proporción de eventos híbridos, en los que algunos ponentes participarán de forma presencial y otros lo harán por videoconferencia. Muchas más conferencias se emitirán por streaming, para que participantes de todo el mundo puedan seguirlas desde sus casas.

¿Cómo habrá cambiado la interpretación simultánea?

Se incrementará la proporción de servicios de traducción simultánea que se prestan de forma remota. Sin embargo, para garantizar la misma calidad que ofrece la interpretación presencial, esta debería prestarse desde hubs, con cabinas insonorizadas y supervisión técnica tanto en la sala de conferencias como en el lugar de trabajo de los intérpretes.

Aun así, la presencia física de los intérpretes en la sala de conferencias todavía presenta ventajas: permite a los intérpretes comunicarse de forma directa con los ponentes, adaptarse con más facilidad a cualquier cambio de última hora y combinar distintas modalidades de interpretación (simultánea, consecutiva, enlace…), entre muchas otras cosas.

La interpretación simultánea es una modalidad en continua evolución y los intérpretes seguiremos adaptándonos a los incesantes cambios que experimentan nuestras sociedades.